Hablando de sabuesos, es posible que la mente nos lleve atrßs en el tiempo, cuando en la penφnsula italiana abundaban los animales salvajes de todas las especies y ese tipo de perro era indispensable para cazarlos. Desarrollaban su actividad en jaurφas numerosas, persiguiendo, acosando y deteniendo a la presa que, en el extremo de sus fuerzas, era rematada por las flechas que el cazador disparaba desde su caballo, con el arco o la ballesta. Como esta era una caza de se±ores, resultaba l≤gico que las familias nobles del Renacimiento tuvieran en gran consideraci≤n a esta variedad de perros hasta el punto de confiar su crφa y adiestramiento a los maestros de caza que se convertφan en los de ceremonias durante las batidas a caballo del ciervo, el zorro y el jabalφ. El testimonio mßs interesante estß representado por un fresco del tardφo Renacimiento y conservado en el Castillo di Borso d'Este que reproduce a dos sabuesos italianos, uno en tierra y el otro de pie, iguales a los que hoy existen y que responden perfectamente al estßndar actual de esta raza. En cambio, mßs oscuros son los orφgenes antiguos de estos perros, aunque algunos lo consideran como descendiente de los perros de la Galia que se constituyeron en un eficaz enemigo de los romanos en la Θpoca de sus conquistas. Quedaron tan impresionados al verlos por primera vez cazar en jaurφas, animales salvajes, persiguiendo, acosando y bloqueando a la presa, que quisieron instituir de inmediato, como para los caballos, libros de orφgenes. Sin embargo, se sabe con certeza que, incluso en Θpocas posteriores, existφan en Francia cuatro grupos de sabuesos, subdivididos por el color de la capa y no por la constituci≤n y las caracterφsticas de tipicidad. No obstante, ninguna de estas antiguas razas parece ser la progenitora del sabueso italiano cuyos orφgenes por lo tanto, se buscan en otros lugares que, como lo testimonian algunas ruinas de Grecia y del antiguo Egipto, podrφan delimitarse a la cuenca oriental del Mediterrßneo, lugar de trßfico e intercambio de los fenicios que desarrollaron una funci≤n preponderante en la difusi≤n de las diversas razas caninas en diferentes paφses. Aunque estas consideraciones no han superado la etapa de la suposici≤n, no existen otras fuentes que sirvan para esta raza que ha tenido y a·n tiene una gran difusi≤n en ltalia. Pero despuΘs del lujo y el esplendor del Renacimiento, este sabueso conoci≤ tambiΘn momentos de decadencia relacionados sobre todo, con el advenimiento de las armas de fuego y al mßs largo proceso de declive de las grandes familias de la nobleza que, obviamente antes que nada, se privaron de todo aquello que podφa significar un lujo superfluo, estando por ello obligados a renunciar a perros y a caballos. De todos modos, inmutable qued≤ la pasi≤n por la caza que, de un acontecimiento de Θlite se convirti≤ en un fen≤meno burguΘs en el cual se interesaba u n·mero cada vez mayor de apasionados. TambiΘn este sabueso se adecu≤ a los tiempos adaptßndose a cazar en jaurφas menos numerosas y a·n hoy estß muy difundido por toda Italia hasta el punto que cada a±o se inscriben en los libros de orφgenes alrededor de 4.000 cachorros, es decir un equivalente al 5% del total de los perros inscritos.
